
Los pimientos rellenos son una receta genial para cuando tienes invitados. O para darte un homenaje, qué narices! Puede parecer algo difícil, pero de verdad que cuesta más que de pensar que de hacer.
Ingredientes:
- 2 botes de pimientos asados (en Mercadona están junto a los espárragos blancos y las otras verduras de bote)
- Arroz (que te haya sobrado de otra receta, o lo haces en el momento)
- 1 cebolla gorda
- Alguna otra verdura que tengas que gastar y que pegue bien, como calabacín o puerro
- Carne picada
- Nata (un tetrabrik pequeño) o leche (o leche evaporada de esa)
- Queso en polvo
- Aceite, pimienta y sal, comino y pimentón
Qué te hace falta:
- DELANTAL!!
- Tabla de cortar limpia
- Te puede venir bien un escurridor o un colador
- Una sartén hermosa con su tapa y la paleta
- Si no tienes arroz, un perol para cocerlo
Cómo se hace:
- Si no te ha sobrado arroz de otras recetas, pon dos puñaos a cocer en agua con sal. Cuando esté hecho lo escurres y reservas.
- Saca con cuidado los pimientos del bote y escúrrelos uno a uno (o ponlos en el escurridor en el fregadero y que la gravedad siga su curso). Van en una especie de aceitillo, así que no hace falta enjuagarlos.
- Mientras se escurren, en la tabla corta bien pequeñita la cebolla y las verduras que hayas elegido (yo le suelo poner calabacín, porque me chifla)
- En la sartén a fuego bajo haces la cebolla con las verduras con un chorrito de aceite hasta que estén transparentes o ligeramente doradas, muy blanditas.
- Añades unos 200g de carne picada (si sobra créeme que no vas a llorar...) y echas las especias.
- Cuando esté todo bien hecho, lo remueves bien para que esté todo mezclado y le echas el arroz blanco, remueves de nuevo y añades un tetrabrik de nata, o un chorrito de leche.
- Remueves todo bien, y echas queso en polvo mientras sigues removiendo hasta que todo se haga una pasta. La pasta que no sea ni cemento armado ni se deshaga sola. Una cosa manejable.
- Dejas que esa mezcla se enfríe, y cuando la puedas tocar con las manos, vas cogiendo con una mano un pimientito, y con la otra la cuchara, y lo rellenas con la mezcla. No te ansies a rellenarlos demasiado, porque se parten con facilidad, eh?
- Si te chupas los dedos, procura que no te estén viendo. No queda fino.
- Una vez todos rellenos, los pones así monos en un plato y a comer.
- Si tienes horno y ganas de usarlo, los pones en una fuente con queso rallado por encima y los gratinas.
Si te ha sobrado relleno, o te lo comes tal cual (te aseguro que te apetecerá), o lo guardas para rellenar otra tanda de pimientos otro día, o lo usas de guarnición.
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