miércoles, 30 de agosto de 2017

AIP - Explicación de mi falla

Hola! Los que me seguís por Instagram (@lapauperry) y Facebook (Pau Perry) estáis al día de mis aventuras y desventuras, pero en el blog no hay constancia (hasta ahora!) de lo que me traigo entre manos. Hago un breve resumen para no aburriros.




Pasé por una experiencia (mu mala, pero mu mala) que afortunadamente terminó en 2012. Como el estrés siempre pasa factura, yo empecé a pagar mis deudas (Lannister style). Esto se traduce en los siguientes síntomas físicos: algunos los tengo desde pequeña, como la queratosis o la miopía, y otros se fueron sumando a la fiesta con el paso del tiempo.

  • Pérdida de cabello, especialmente del vello
  • Cabello muy seco y fino
  • Dolor de cabeza y de cuello
  • Fiebres intermitentes, generalmente no muy altas
  • Miopía y manchitas en la vista
  • Granitos por todo el cuerpo pese a la piel seca
  • Piel seca, sensible y atópica, a veces me salen manchitas rojas
  • Queratosis pilaris
  • Bruxismo (con férula para dormir)
  • Hinchazón de cuello, muy acusado en la parte delantera si tomo gluten
  • Hipotiroidismo (con Eutirox 50)
  • Retención de líquidos generalizada (con Furosemida 40mg)
  • Falta de apetito, dolores de estómago y náuseas frecuentes
  • Intestino irritable
  • Diverticulosis de sigma y de colon descendente
  • Diarreas repentinas, en algunos periodos diarias y muy abundantes
  • En ocasiones, la diarrea se compone de un “agua sucia” y trozos de comida sin digerir
  • Dolor articular general, especialmente cuello, codos, caderas y rodillas
  • Menstruaciones muy frecuentes, abundantes y dolorosas (con Drosure, hasta ahora)
  • Problemas para descansar por los dolores articulares
  • Cansancio aunque duerma mucho
  • Intolerancia al calor y al frío
  • Sudo muchísimo, aunque me mueva poco
  • Hay épocas en que tengo muchas agujetas y calambres, sin haber hecho ejercicio

Como se puede suponer, al final estaba hecha un empastre. Tuve diarreas muy intensas 6-7 veces al día, y apenas conseguía comer nada. El dolor articular, muy probablemente causado por la inflamación generalizada, no me dejaba descansar. El médico de cabecera me dijo que conmigo iban literalmente dando palos de ciego. En ningún momento dejé de trabajar, y en la medida de mis posibilidades, de salir y complacer a familiares y amigos.

Y me puse a pensar.

  • Si estaba en condiciones (desde un punto de vista realista) de aguantar a que me rebotaran de médico en médico como hasta ahora hasta dar con la solución.
  • Si yo me merecía pasarlo así de mal. Aunque por mi forma de ser sea una optimista a prueba de bombas (afortunadamente), la presencia de ánimos también tiene sus límites.
  • Si al eliminar el gluten había mejorado un poquito; y al quitar también patatas, arroz y maíz otro poquito, eso significa que la comida influye.
  • Coño, estudié el Grado en Información y Documentación para algo! Pues a buscar información veraz y contrastada, hombre ya!

Y me puse a buscar.
Y a buscar. Y a buscar más.
Y a leer. Comparar. A estudiar. Mucho.

Empecé a familiarizarme con términos y conceptos como “sensibilidad al gluten no celíaca”, “tiroiditis de Hashimoto”, “intestino permeable”, “fatiga adrenal”, y un larguísimo etcétera.
A la vez, conocí y automáticamente conté con el inestimable apoyo de muchas personas que habían vivido procesos similares al mío.

En este momento hago un inciso para mandarle un abrazo enorme a Luisa y a Elena. Gracias de verdad, por tanto.

El resultado de estos meses de búsqueda y tantas (y tantas) conversaciones me llevaron a tomar la decisión de empezar con la AIP o como se dice en castellano “protocolo autoinmune paleo”.

En la red tenéis mucha información al respecto, pero por resumir:

  • Se eliminan todos aquellos alimentos que pueden irritar o sensibilizar al intestino.
  • Se añaden alimentos de alta densidad nutricional que favorecen el proceso natural de sanación del intestino.

La duración mínima de la AIP son 30 días, es decir, 1 mes. Hay gente que ha estado 2 meses, 6 meses... 2 años. Lo que necesitaron hasta desinflamarse y estar lo mejor posible. Yo decidí hacerlo hasta que mi inflamación generalizada remita.
Una vez finalizada esta “fase de eliminación”, y con el intestino ya apañado, llega la “fase de reintegración”. Es decir, de una manera muy concreta ir añadiendo alimentos eliminados uno a uno testeando qué me sienta bien y qué no.

Empecé la AIP el 1 de agosto de 2017. No sé cuándo empezaré a reintegrar. Pero sí sé que, de una manera u otra, recuperaré mi cuerpo y mi vida.

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