martes, 27 de junio de 2017

Rosquilletas fit sin almidón


Holaaa! Como buena valenciana me encantan las rosquilletas. Son unos bastoncitos hechos fundamentalmente de harina y aceite (vicio puro). Para poder tomarlas tranquila sin ponerme mala ni desbaratar mi dieta, las he versionado sin almidón ni gluten, y bien fit.



Ingredientes:

ROSQUILLETAS DE SEMILLAS
  • 200g de harina de garbanzos.
  • 5 claras de huevo.
  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva.
  • 1 cucharada sopera de queso fresco batido desnatado 0%.
  • Especias: comino, jengibre, cúrcuma, pimienta negra, ajo en polvo, pimentón de La Vera, orégano.
  • Mezcla de semillas para ensaladas. También puedes trocear cacahuetes, por ejemplo.

ROSQUILLETAS DE QUESO
  • 200g de harina de garbanzos.
  • 5 claras de huevo.
  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva.
  • Especias: comino, jengibre, cúrcuma, pimienta negra, ajo en polvo, pimentón de La Vera, hierbas provenzales.
  • 3 o 4 quesitos de porciones light, en mi caso de sabor queso azul
  • Opcional: queso rallado o queso en polvo.

Qué te hace falta:
  • DELANTAL!! Que te veo, eh? Que te veo!!
  • Bol, cuchara y lengua.
  • Peso de cocina.
  • Manga pastelera o bolsa de congelar alimentos.
  • Horno, manoplas para no quemarte y papel encerado para horno.
  • Una superficie limpia donde se puedan enfriar las rosquilletas.

Cómo se hace:
  • Si, ya que te pones, quieres hacer de los dos tipos, haz primero las de semillas y luego las de queso.
  • Saca los quesitos de porciones para que no estén fríos de la nevera. A una mala, los calientas en la sartén o el microondas.
  • En el bol, pon los 200g de harina de garbanzos bien pesados. Yo utilizo esta harina que compro en el supermercado indio. Aunque advierte de que puede contener trazas de gluten, nunca me ha dado problemas. Si eres celíaco, busca la harina de garbanzos que te garantice que está 100% libre de gluten por si acaso.
  • Añade las 5 claras de huevo y mezcla con la lengua.
  • Añade el queso fresco batido desnatado 0%.
  • Ahora, las semillas o los frutos secos troceados que más te gusten.
  • Por último, las especias y terminar de mezclar todo bien. Yo no añado sal, pero se le podría echar, claro. Precalienta el horno a 230º, calor arriba y abajo, y ventilador.
 
  • Mete toda la pastera en una manga pastelera si tienes, y si no en una bolsa de congelado. Hazlo con paciencia, a cucharadas o con la lengua, para no desperdiciar sin necesidad.
 
  • Prepara la rejilla del horno con papel encerado encima (no hace falta que eches nada encima, ni aceite ni harina, no se te pegarán). Con tu manga o bolsa, ves usando la rejilla de guía y ves dando forma a tus rosquilletas.
 
  • Ahora puedes pasar el papel encerado con las rosquilletas crudas a una bandeja sin rejilla si quieres. Mete en el horno, en el medio, unos 10 o 15 minutos de cada lado. Depende de la potencia de tu horno. Las has de sacar cuando estén doraditas (no MARRONES) por ambos lados.
  • Ponlas a enfriar sin la bandeja ni la rejilla cerca de una ventana o corriente de aire: cuanto más rápido se enfríen, más crujientes quedarán. Ni se te ocurra guardarlas hasta que estén completamente frías o se ablandarán y pierden la gracia.
  • Una vez hechas las de semillas, le toca el turno a las de queso.
  • Echa los quesitos de porciones al mismo bol que antes (y así fregas menos), y cháfalos y mézclalos hasta que se queden completamente batidos (en sustitución del queso fresco batido).
  • Añade la harina de garbanzos, el aceite, opcionalmente queso rallado o en polvo (un poquito), y las especias. El queso rallado, en vez de mezclarlo, lo puedes espolvorear por encima una vez dispuestas las rosquilletas crudas en el papel encerado.
  • Sigue el mismo procedimiento que antes para hornearlas, y ya tendrás tus rosquilletas listas para comer.

Quedan muy lucidoras, y como sale bastante cantidad es ideal para hacer "regalitos" a la gente bonica. Como las hago sin sal y sin apenas grasa, obviamente el sabor no puede competir con la hiperpalatabilidad de las industriales... pero en calidad alimenticia salen ganadoras.

 

Como son crujientes, es muy agradable utilizarlas para acompañar ensaladas, o para mojarlas en salsas saludables tipo guacamole (perfectas para invitados o días de capricho en que no te apetece cocinar). También son prácticas de transportar al trabajo o por ahí, yo las llevo en una bolsita o tupper.
Si os animáis a hacerlas me lo decís, eh? Un besito!

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